Es la única manera que se nos ocurre de explicar la ingente
cantidad de cartelitos como el del otro día.
Especialmente llamativo es el caso de CALLIOPE, cuya foto
está, y no exagero, en cada poste de cada esquina de la ciudad. La historia es
muy triste: Una desconsolada madre busca el perro de su hija recientemente
fallecida. Los carteles llevan ahí desde que llegamos y la recompensa ya ha
ascendido a 1000$.
Afortunadamente, hay historias que acaban bien. O algo así:
Y otras imposibles de clasificar:
(.)
me encanta el del agujero de gusano, me ha dejado anonadado.
ResponderEliminarel del agapornio de sants no tenía tanto glamour pero molaba por igual.