Una típica estampa del
pasado californiano, las caravanas de carromatos dispuestos en círculos para
defenderse del ataque de extraños, continúan realizándose hoy, aunque a su
manera. Las antiguas diligencias se sustituyen ahora por vagones de comida.
Camionetas regentadas por chefs especializados en los manjares más exóticos imaginables.
El West Side Food Truck Round-Up llegó el viernes pasado a
Davis y acudimos rudos a la cita. Para nuestro asombro, allí se congregaba también
medio Davis.
Las colas para hacerse con un plato eran interminables y
tuvimos suerte de conseguir el nuestro antes de que la furgoneta, asediada por
multitudes, se viera obligada a cerrar tras agotar los ingredientes.
Lamentablemente, la primavera ha llegado a Davis a lo
bestia. La capital mundial de la alergia, la llaman, y Bioletti no podía con la
suya, por lo que tuvimos que marcharnos antes de que llegasen los indios.
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