sábado, 28 de junio de 2014

LA BIBLIOTECA MÁS PEQUEÑA DEL MUNDO

Paseando por las calles residenciales de Davis uno suele toparse con casetas de madera instaladas en los jardines de las casas, donde los propietarios colocan sus libros favoritos para disfrute del vecindario que puede tomarlos prestados o sustituirlos por otros, asegurando así la renovación del catálogo.                   



     
Aunque parezca la enésima manifestación de buenrollismo davisite, la iniciativa se inició en 2008 en Wisconsin y rápidamente se extendió a medida que los estados vecinos tomaban ejemplo y se sumaban convirtiéndolo en un fenómeno a escala global. A inicios de año se estimó en 15000 el número de microbibliotecas dispersas por el planeta.


Si sumáramos el contenido de todas podríamos hacernos una idea bastante aproximada de los gustos y preferencias del lector medio:


En este mapa podéis consultar el emplazamiento de la más cercana. Las hay en lugares remotos como Alaska, Islandia o incluso Tasmania. Aunque no están todos, claro: En Davis sólo figuran tres (entre ellas una cabina de teléfonos británica reciclada) cuando nosotros hemos avistado muchas más. Mientras que en España consta una; lo cual debe ser necesariamente un error.


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miércoles, 25 de junio de 2014

TED EL TITÁN

Disculpen la irregularidad de este blog, queridos lectores, hemos estado tres semanas de vacaciones con nuestros queridos visitantes y ha sido imposible actualizar el cacharro. Prometo que no volverá a pasar. Hasta dentro de dos semanas, cuando nos vayamos a Nueva York. Y luego cuando recibamos al ilustre Señor Fregadero. Y resulta difícil ver futuro alguno después de eso.   


Una de las obligadas excursiones que nos marcamos con todo invitado es la del Conservatorio Botánico de la universidad, que contiene más de 3000 tipos de plantas. Las hay de todas formas y colores: 







De todos ellos, el espécimen más popular es el ejemplar de tres metros y algo de Titan Arum, raro de ver fuera de su hábitat tropical y muy infrecuente en Estados Unidos. Esta aberración de la naturaleza, conocida por el nombre de Ted en honor al por entonces rector de la universidad, floreció en 2003 y miríadas de curiosos acudieron en peregrinación atraídos por su característico olor a podredumbre que le vale a la especie el sobrenombre de corpse flower (flor cadáver). Desde entonces, ha vuelto a hacerlo en varias ocasiones, aunque no es posible anticipar a ciencia cierta cuándo ocurrirá. 


Es algo que da mucha rabia. En el momento de nuestra visita Ted tenía un aspecto muy desalentador, pero quién sabe si no se pondría a emitir olores en cuanto salimos del invernadero. Así de caprichoso es el mundo vegetal.

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lunes, 9 de junio de 2014

LOS LÍMITES DE LA CIENCIA

Aprovechando la reciente visita de Sprocket y Estimorol, nos asomamos por el Museo Bohart de Entomología. Museo que no es tal, sino un lugar de trabajo, donde eso sí, te reciben de brazos abiertos y no dudan en abandonar lo que estén haciendo para atenderte.

Nada más entrar, un chico acomplejado pero muy atento, se ofreció a guiarnos por el laboratorio ofreciendo todo tipo de explicaciones y respuestas a nuestras estúpidas preguntas. Tan a gusto estuvimos que la cosa se prolongó una hora, a lo largo de la cual nos dejó jugar con los insectos palo, la menos peligrosa de sus tarántulas y, aprovechando su especialidad, nos reveló algo que desde entonces no he podido dejar de rumiar.


Se conoce que un profesor de la universidad ha publicado recientemente una clasificación de todas las especies de avispas atendiendo al dolor que producen sus picaduras. En índices del uno al cuatro, siendo el primero  un dolor llevadero, y el cuarto tan terrible que queda reservado a un espécimen en exclusiva. La pregunta en esta ocasión no parecía tan ridícula: ¿Cómo hizo el tipo para distinguir los matices? Pues sometiéndose él mismo a todos los aguijones. Hay que respetar el compromiso de un científico que no duda en convertirse en parte integrante de su investigación, como lo de Albert Hoffman con el LSD o los Curie y la radiación. Aunque justo es decir que en estos casos se expusieran de manera involuntaria. Por otra parte, podría argumentarse que esa actitud atenta contra los principios de la objetividad científica, donde el observador nunca debería implicarse en su estudio. Si sumamos además la creencia extendida de que todos percibimos de manera distinta y que el umbral de dolor difiere en cada sujeto... ¿Podemos afirmar que lo que este voluntarioso investigador hacía era, efectivamente, ciencia? A mí me gusta creer que sí. Puede que no una ciencia entendida como conocimiento universal, sino algo mucho más intimo. Una ciencia de sí mismo.          


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domingo, 1 de junio de 2014

PAUL NEWMAN

Una de las experiencias más abrumadoras para todo recién llegado a Estados Unidos es la de llenar su nevera. Hacer la compra se convierte en todo un reto cuando uno se planta ante hileras e hileras de opciones de un mismo producto, incapaz de elegir entre infinitas marcas desconocidas. 


Dicta nuestra experiencia que una de las más fiables es Newman's Own, compañía fundada en 1982 por el mismísimo Paul Newman. Sus precios suelen ser superiores al de muchas de las alternativas, pero hay que tener en cuenta que todos los beneficios se destinan a labores de caridad. No especifican a cuáles, pero la cosa es sentirte solidario mientras participas del ritual del consumo. Y lo mejor del asunto es que el rostro del actor figura en todas las etiquetas; adaptado además al tipo de producto: Si se trata de una salsa mejicana para nachos, el protagonista de El Golpe aparece ataviado de mariachi. Si se trata de una pizza, luce un look italianizante con pañuelito al cuello. Imagínense las posibilidades cuando comercializan palomitas, salsas para ensalada, chocolate, comida para perros... Hay incluso un zumo en el que, por motivos que todavía se nos escapan, aparece acompañado de un gorila. ¿Cómo no ser fiel a una marca así, independientemente de su sabor o calidad?








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