En las inmediaciones del Volcán Amboy, no muy lejos de donde
hasta hace poco se levantaba el famoso Árbol de los Zapatos, hay una estación
de servicio (con su motel, gasolinera, cafetería y taller) que permanece
intacta desde que fuera abandonada en la década de los 70. Hubo un día en que
fue parada indispensable para quien viajara por la Ruta 66, y llegó a acoger
una población de 700 personas, pero la apertura de la autopista I40 supuso el
declive inmediato del lugar, que ahora sólo cuenta con cuatro habitantes.
A diferencia de la mayoría de pueblos fantasma que pueblan fantasmagoricamente el país, éste nunca ha llegado a convertirse en atracción turística. Demasiado apartado, quizás, y demasiado reciente en comparación con los asentamientos de la fiebre del oro. Pero no por ello menos impresionante.
En 2005, el conjunto urbano salió a la venta en Ebay, y lo
adquirió el fundador de la cadena de restaurantes Juan Pollo, orgulloso
propietario también del primer McDonalds ever.
Puede que os suene el lugar, Rutger Hauer lo utilizaba para
repostar en Carretera al Infierno, y Brad Pitt, Juliette Lewis y el agente
Mulder hicieron su parada en Kalifornia. Aunque donde estoy seguro que lo habréis
visto es en este videoclip:
(.)
(Por si alguien se lo estaba preguntando: El Árbol de los Zapatos cedió, obviamente, al peso de todo el calzado que le pusieron encima. En su lugar, dicen, se alza ahora un Árbol de los Sujetadores, que probablemente resulte una carga más llevadera).
ResponderEliminarSi son con triple push up no lo creo.
EliminarJaja, qué guay!
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