Cuentan que la televisión juega un papel muy importante en la vida del norteamericano medio. Nosotros no podemos opinar al respecto, porque en casa no disponemos de una, pero damos fe de que cada vez que vamos a un bar o restaurante, las omnipresentes pantallas acaparan toda nuestra atención.
De hecho, una de las primeras cosas que hicimos al llegar fue encender el aparato para asomarnos al país a modo de ventana. Cuál sería nuestra sorpresa al toparnos con Lawrence Welk dándonos la bienvenida. ¡Y qué bienvenida! Desde entonces, siempre que conseguimos una tele procuramos sintonizar su programa.
Este espectáculo inenarrable se emitió de manera interrumpida de
1955 a 1982, y desde entonces goza de una eterna reposición en las televisiones
públicas del país. Dicen que su explosión de color y sonrisas lo hacen el
favorito de las audiencias más veteranas.
El público ya era viejico en su día |
En esta hipnótica apoteosis de lo kitsch se puede ver a
infinidad de músicos ambulantes, además de al propio presentador junto con su
troupe de habituales interpretando géneros populares como el country, la
canción religiosa, los espectáculos de variedades y ocasionales incursiones en
el exotismo. Dejo un par de vídeos y un puñado de fotos de ínfima calidad para
que os hagáis una idea de cómo funciona tamaña maravilla.
(.)
dios santo, el video del conejo de pascua es acojonante.
ResponderEliminarme ha recordado a estos vídeos de apogeo germanico: https://www.youtube.com/watch?v=zpBkUY62TtM con su publico loco y demás.
Caray, ¡qué despiporre! Me alegro de que haya ganado Alemania el mundial, ahora estarán así TODA LA SEMANA.
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